La vida

Querida señora efímera, que usted dura lo que se le antoja, y por el camino no solo nos da pan agua y vino, y de comer apenas pones perdices. Tu que a los ilusos mortales de chicos nos enseñas cuentos de hadas que luego no existen, que cenicienta no encontró un príncipe sino un tío normal y mileurista y ella tiene que currar en un carrefour echar horas para llegar a fin de mes y poder pagar lo que no es un palacio si no mas bien lo que pinta ser un zulo. Tú ensalzada distinguida y destacada al mismo tiempo engreída vulgar y mala, a la que le gusta darnos el cielo para después de una patada en el culo mandarnos al suelo con tus retorcidos giros de guión hoy nos das champán y rosas para mañana recochinarte viendo nuestras caras cuando solo recibamos barro y ortigas. Tu que eres bosque de senderos infinitos, unos pedregosos y bajo la lluvia, otros bajo el sol y entre prado y flores de eternas primaveras. Tu al fin y al cabo eres tu y das muchas opciones para andar, aunque pones piedras que debemos saltar y nos recompensaras si las saltamos, eres fría y gris, eres arco iris y calida, hueles a putrefacto o a rosas y jazmín, eres insegura y variable, hecha de luz y sombra.
Definitivamente eres tu así de cabeza a pies, caminando del derecho o del revés, siempre dejas algo por ver y a quien no le gusta como eres siempre sabrá que hacer…

SI LA DECISIÓN COBARDE